El sociólogo Gilles Lipovetsky aboga por simplificar nuestra vida y liberarla de lo innecesario, renegando de lo superfluo y sustituyéndolo por elementos esenciales. No es minimalismo sino minimización, lo que se traduce en sencillez y simplicidad.
Elementos y objetos necesarios, al alza
Desde el Observatorio de Tendencias del Hábitat nos explican que esta forma de entender el diseño, la decoración y, en último término nuestros hogares, está creciendo y tomando fuerza. Fiel exponente de esta tendencia vital es la empresa japonesa Muji, famosa por sus objetos sin marca de decoración funcional, de buen diseño y materiales de calidad, pero sin elementos innecesarios: lo que los anglosajones llaman sin volantes.
Diseñadores en búsqueda de la piedra filosofal
Otro claro exponente de esta búsqueda de la sencillez es When objects work, una compañía belga que trabaja con diseñadores de máximo nivel, todos unidos en esa búsqueda de lo necesario, de la funcionalidad. En esta ocasión, estos famosos diseñadores y arquitectos se unen buscando lo que han definido como un lenguaje eterno, una preocupación por las formas simples y la función pura.
Espacio y luz delante, muebles y objetos detrás
Lo accesorio se convierte en el último de la fila. Los objetos se crean buscando la sencillez, la practicidad y también un aire de naturalidad que respire armonía. Deben ser funcionales, cumplir el papel para el que fueron ideados, además de ser duraderos y acogedores. Frente a otras corrientes decorativas, ésta busca potenciar el espacio y la luz y que los muebles y complementos pasen desapercibidos o, por lo menos, queden en un discretísimo segundo plano.
Adiós al diseño por el diseño
Entre los pilares que mantienen esta corriente que gana adeptos día a día está el libro Las Leyes de la Simplicidad, de John Maeda, profesor del MIT Media Lab. Él apuesta por reducir la aplicación del diseño buscando la utilidad y eliminando el resto. Estos archivadores de cartón y la librería, cuadrada, sin concesiones, todo de Fuji, son perfectos representantes de este principio.
Con una línea es suficiente en decoración funcional
Otro ejemplo de decoración simple que nos brindan desde el Observatorio de Tendencias del Hábitat es la estructura Line, un diseño novedoso de Aykut Erol que encaja perfectamente en esta filosofía de lo simple, lo cotidiano y lo imprescindible. Se trata de un tubo fino de color blanco que se moldea con gran versatilidad adaptándose a cientos de usos. Line puede ser un perchero, una estantería, una lámpara, un marco para cuadros, un espejo y muchas otras cosas necesarias.
Una apuesta por lo natural y lo ecológico
Como material noble para esta forma de entender los hogares, cualquiera reciclado se convertirá en su aliado. También las maderas naturales tienen cabida en esta tendencia que vuelve al medio natural donde todo es imprescindible y no hay espacio para frivolidades. La mayor parte de los objetos que integran estos espacios reúnen tres cualidades: son anónimos, humildes y son imprescindibles.